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dimarts, 10 d’abril del 2018

UNA HISTORIA DE FIDEOS

Harusame, Kishimen, Sômen, Udon, Soba, Tokoroten, Shirataki, Hiyamugi y Ramen, todos son fideos japoneses, se diferencian por su composición, sabor, calibre, longitud, textura y color.



Mientras unos están elaborados con harina de trigo y agua otros llevan aceites o trigo sarraceno o huevo o agua carbonatada o konjac o agar-agar o fécula de patata. 
Unos son adecuados para comer fríos y otros calientes, unos con caldo y otros con condimentos, pero la historia de hoy va sobre los llamados SOBA.
El fideo soba se elabora con harina de trigo de sarraceno también llamado alforfón. Este mal llamado trigo en realidad no es un cereal ya que no es una gramínea por lo que no contiene gluten, originario de Asia Central, su harina es de un color marrón clarito.  



Para contar esta historia nos remontaremos a la época de Nambu Toshinao (1599-1632). 



El era, en aquella época, el que había heredado el poder del clan samurái de los Nanbu que gobernaron durante más de 700 años la mayor parte del noreste de Honshu en la región de Tohoku.

En una de las visitas a sus tierras paro a comer en una humilde casa en la población de Hanamaki.


En esa zona se comían y se siguen comiendo los fideos de clase soba, el dueño de la casa pensó que ese tipo de fideos era una comida demasiado rustica para el noble y para no contrariarle pidió que le sirvieran un cuenco con poca cantidad de fideos. Todo al contrario de lo que pensó el pobre aldeano, a su señor le gustaron mucho con lo que pidió otro cuenco, pero como se supone que eran humildes y no tenían mucho para ofrecer le volvieron a servir un cuenco con poca cantidad, así que Nambu Toshinao interpretó que esa era la costumbre de comerlos en esa zona de sus dominios con lo que siguió pidiendo un cuenco tras otro hasta quedar saciado.
Por supuesto que esto no está documentado y que así se cree por el boca a boca de generación en generación, el caso es que desde hace mucho tiempo en todos los restaurantes y casas de comida así se sirven los fideos tomando el nombre de Wanko Soba. La palabra wanko proviene del dialecto de la región y significa ni más ni menos que cuenco.
La manera de comerlos es acompañados con diversos condimentos como huevas de salmón, rábano daikon, champiñones, atún sashimi, etc… y diferentes salsas. Así que el comensal vacía su cuenco una camarera lo rellenara con otra pequeña porción de fideos y cada cual come a su ritmo.





Hablando de ritmo, ritmo rápido deben llevar los participantes a los concursos anuales que se organizan tanto en Hanamaki como en Ichinoseki o en Morioka desde 1957. En 2009 el campeón en Hanamaki se comió 218 cuencos de soba en tan solo cinco minutos. 




La costumbre de los concursos cronometrados de engullir comida no es exclusiva de los Wanko Soba, al contrario, en muchas partes del planeta repiten la hazaña ya sea comiendo chiles, sandia, pizza, hot-dog o calçots.