Translate, Traducetelo

dimecres, 28 d’agost del 2013

一期一会 (ICHI-GO ICHI-E)

Nunca cuatro kanjis han dicho tanto. Ichi-Go Ichi-E es una frase japonesa que se ha convertido en un verdadero lema para practicantes de las artes tradicionales del imperio del crisantemo.

A los alumnos de Cha-no-yu (ceremonia del té), de Budo (conjunto de artes marciales), de Shodo (caligrafía) y de Ikebana (arte floral) se les inculca la importancia de Ichi-Go Ichi-E como doctrina.




Frase equivalente al famoso “Carpe Diem” del romano Horacio o a la sentencia castellana  “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, Ichi-Go Ichi-E nos invita a reflexionar sobre el gran valor del momento justo que estamos viviendo. 

Atribuida al gran maestro de la ceremonia del te, Sen no Rikyu, significa literalmente  “Una vez, un encuentro”. De filosofía marcadamente budista-zen, hace referencia a la transitoriedad de cualquier cosa en la vida, así pues puede aplicarse a todos y a todas las circunstancias de la vida. Nada fue igual antes, ni nada lo será después.  

En la ceremonia del te, de la que ya os hablaré en otra ocasión, es habitual ver estos kanjis caligrafiados en el pergamino que hay en el tokonoma. Sirve para recordar a los asistentes de que deben disfrutar del momento por ser único e irrepetible.



En el Budo, Ichi-Go Ichi-E recuerda que cada momento es singular y decisivo, practicando técnicas de defensa y ataque el alumno debe aprender, también, que todo puede cambiar en un instante y que en un “enfrentamiento a muerte” (combate), no hay segundas oportunidades para volverlo a intentar.



En Ikebana aprendemos a valorar el justo momento que estamos disfrutando con total plenitud, nada será igual en unos instantes. El material floral nos lo demuestra, puede ir cambiando a cada momento, tu puedes estar haciendo una composición con iris, por ejemplo, y con seguridad esa composición en media hora será completamente distinta, por que los iris se habrán abierto.  Ese Ikebana ya no será el mismo que tu has hecho, también puedes disfrutarlo ahora pero aquel momento y aquella composición ya han pasado y no se repetirán. 



Ichi-Go Ichi-E es el aquí y ahora. Ichi-Go Ichi-E es este precioso momento en que yo he podido aparcar mis otros quehaceres y he podido sentarme a escribir estas líneas con tranquilidad y disfrute. Ichi-Go Ichi-E es este valioso tiempo que tu has podido perder leyendo estas líneas escritas por una amiga o por una completa desconocida. Ichi-Go Ichi-E es en definitiva lo mas importante en este preciso y precioso momento de nuestras vidas. 




Mai 4 kanjis han dit tant. Ichi-Go Ichi-E és una frase japonesa que s’ha convertit en un veritable lema per als practicants de les arts tradicionals de l’imperi del crisantem. 

Als alumnes de Cha-no-yu (cerimònia del te), de Budo (conjunt d’arts marcials), de Shodo (cal•ligrafia) i d'Ikebana (art floral) se’ls inculca la importància d'Ichi-Go Ichi-I com a doctrina . 




Frase equivalent al famós "Carpe Diem" del romà Horaci o la sentència castellana "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", Ichi-Go Ichi-I ens convida a reflexionar sobre el gran valor del moment just que estem vivint.

Atribuïda al gran mestre de la cerimònia del te, Sen no Rikyu, significa literalment "Una vegada, una trobada". De filosofia marcadament budista-zen, fa referència a la transitòriament de qualsevol cosa a la vida, així doncs pot aplicar-se a tots i a totes les circumstàncies de la vida. Res va ser igual abans, ni res ho serà després.

En la cerimònia del te, de la qual ja us parlaré en una altra ocasió, és habitual veure aquests kanjis cal•ligrafiats en el pergamí que hi ha al tokonoma. Serveix per recordar als assistents que han de gaudir del moment per ser únic i irrepetible.


En el Budo, Ichi-Go Ichi-I recorda que cada moment és singular i decisiu, practicant tècniques de defensa i atac l’alumne ha d’aprendre, també, que tot pot canviar en un instant i que en un "enfrontament a mort" (combat), no hi ha segones oportunitats per tornar-ho a provar. 



En Ikebana aprenem a valorar el just moment que estem gaudint amb total plenitud, res serà igual en uns instants. El material floral ens ho demostra, pot anar canviant a cada moment, tu pots estar fent una composició amb iris, per exemple, i amb seguretat aquesta composició en mitja hora serà completament diferent, perquè els iris s’hauran obert. Aquest Ikebana ja no serà el mateix que tu has fet, també pots gaudir-lo ara però aquell moment i aquella composició ja han passat i no es repetiran. 



Ichi-Go Ichi-E és l’equí i ara. Ichi-Go Ichi-E és aquest preciós moment en què jo he pogut aparcar els meus altres quefers i he pogut seure a escriure aquestes línies amb tranquil•litat i gaudi. Ichi-Go Ichi-E és aquest valuós temps que tu has pogut perdre llegint aquestes línies escrites per una amiga o per una completa desconeguda. Ichi-Go Ichi-E és en definitiva el més important en aquest precís i preciós moment de les nostres vides.
  

divendres, 9 d’agost del 2013

Obon: Cuando los difuntos japoneses regresan a casa para visitar a la familia.

Aunque el titulo pueda sonar a película del género llamado J-Horror (terror japonés), nada mas alejado de la realidad.

El budismo llegó al país nipón a través de Corea el año 552, actualmente es la religión mas practicada por los japoneses.  Una vez recordado este dato, seguimos…….

El origen de esta celebración arranca del budismo más antiguo, en el sutra* Ullambana
se relata que el querido discípulo de Buda, Maudgalyayana (Mokuren), en una de sus meditaciones vio a su recién fallecida madre, en el reino inferior (infierno) colgando boca abajo y como Buda lo instruye para la liberación del espíritu  de su madre.

En el 15 día del séptimo mes del calendario lunar (entre el 13 y el 16 de Agosto del calendario actual) debe hacer unas ofrendas y junto a su amor filial conseguirá que descanse en paz.   

*Los sutras son  los textos de las enseñanzas dadas por Buda y alguno de sus discípulos más allegados. 

 Aunque hay regiones en que la celebran en otras fechas la mayoría han optado por hacerlo alrededor del 15 de Agosto. Aunque no es festivo si que muchos japoneses hacen coincidir  su periodo de vacaciones y así regresar a sus lugares de origen, ya que es una celebración de gran carácter familiar.

No se trata de una celebración triste si no de alegría por el reencuentro con los antepasados. Todas las casas son limpiadas a conciencia para recibir a los ancestros, se habrá colocado el butsudan (altar) y en él flores, lamparitas de papel chochin y ofrendas de fruta y verduras, bolas de arroz, lotos, incienso y en algunos lugares calabacines y berenjenas con patas de palo representando a vacas, antiguamente se creía que los espíritus venían a lomo de estas.

Mukae bon es el acto de ir al cementerio par rezar y pedir a sus difuntos que sus espíritus regresen a su hogar. Hakamairi es la acción de limpiar y verter agua sobre las lapidas, y dejar obsequios como ofrendas.


En algunos cementerios ponen velas dentro de sus linternas de piedra para darles la bienvenida e incluso les marcan el camino de salida, con velas también.

En algunas zonas es costumbre poner pequeñas hogueras,  llamadas mukae bi (fuego de bienvenida), en la puerta de la casa a fin de guiar a los espíritus hacia ellas. 




Por la noche, del primer día, se celebra el Bon Odori que es un alegre baile para festejar la llegada de los espíritus de la familia. Las mujeres ataviadas con su yukatas de verano danzan al son de los tambores taiko y sus musicas tradicionales. 



En los días del Obon también hay matsuris en todas partes, como ya hemos hablado de estas ferias en otras entradas, no voy a repetirlo, solo detallar que los niños se lo pasan en grande con los juegos de calle

y comiendo las típicas bananas bañadas de chocolate y caramelo
y los helados de hielo raspado Kakigori .


La luz de las velas y de las hogueras será lo que conducirá a los espíritus, de vuelta, a su lugar de reposo hasta el próximo año. Hay diferentes ritos dependiendo de la zona, en algunos lugares la familia en la última noche utiliza sus lámparas chochin  con el escudo de la familia pintado en ellas, para acompañar a los antepasados al cementerio de nuevo, a esta ceremonia se la llama Okuri bon. La Toro nagashi es la ceremonia de depositar las lámparas flotando en un río, la tradición dice que los japoneses provienen del mar, así pues las lámparas flotando río abajo en dirección al mar es la manera de enviar a los espíritus de los seres queridos de nuevo al origen.


 En otras zonas se hacen volar las lamparitas.

En Kyoto se celebra el Go-zan no Okuri-bi, literalmente fuego de despedida en las cinco montañas, coloquialmente conocido como Daimonji.  En cinco montañas de la ciudad se encienden unas enormes hogueras dibujando tres kanjis diferentes y dos dibujos. El kanji que significa “grande” es el primero en prender y lo hace a las 20 horas, “doctrina”  se enciende a las 20:10, a las 20:15 una hoguera que dibuja un barco  como símbolo de despedida para el regreso de las animas, a la vez se prende el otro kanji que escrito de forma diferente pero sigue significando “grande”  y ya por ultimo a las 20:20 la hoguera en forma de torii (puerta de un santuario). Durante media hora se podrá ver el fuego de despedida. 



En la entrada del Fujisan os conté que en estos días que se celebran el Obon muchos japoneses deciden hacer la ascensión a su montaña sagrada, así mismo deben hacerlo también los espíritus de sus antepasados, por eso en la noche del último día se pueden observar en las cabañas que hay durante el camino, farolillos para indicar a los espíritus de estos antepasados el camino hacia la cumbre.


Encara que el títol pugui sonar a pel·lícula del gènere anomenat J-Horror (terror japonès), res més allunyat de la realitat.

El budisme va arribar al país nipó a través de Corea l’any 552, actualment és la religió més practicada pels japonesos. Un cop recordat aquesta dada, seguim .......

L’origen d’aquesta celebració arrenca del budisme més antic, al sutra* Ullambana
es relata que l’estimat deixeble de Buda, Maudgalyayana (Mokuren), en una de les meditacions va veure a la seva recentment morta mare, en el regne inferior (infern) penjant cap per avall i com Buda l’instrueix per a l’alliberament de l’esperit de la seva mare.
En el 15e dia del setè mes del calendari lunar (entre el 13 i el 16 d’agost del calendari actual) ha de fer unes ofrenes i al costat del seu amor filial aconseguirà que descansi en pau.
* Els sutres són els textos dels ensenyaments donats per Buda i algun dels seus deixebles més propers. 


Encara que hi ha regions en què la celebren en altres dates la majoria han optat per fer-ho al voltant del 15 d’agost. Encara que no és festiu si que molts japonesos fan coincidir el seu període de vacances i així tornar als seus llocs d’origen, ja que és una celebració de gran caràcter familiar.

No es tracta d’una celebració trista si no d’alegria pel retrobament amb els avantpassats. Totes les cases són netejades a consciència per rebre als ancestres, s’haurà col·locat el Butsudan (altar) i en ell flors, llums de paper chochin i ofrenes de fruita i verdures, boles d’arròs, lotus, encens i en alguns llocs carbassons i albergínies amb potes de pal representant a vaques, antigament es creia que els esperits venien a llom d’aquestes.



Mukae bon és l’acte d’anar al cementiri per resar i demanar als seus difunts que els seus esperits tornin a la seva llar. Hakamairi és l’acció de netejar i abocar aigua sobre les làpides, i deixar obsequis com ofrenes.


En alguns cementiris posen espelmes dins de les seves llanternes de pedra per donar-los la benvinguda i fins i tot els marquen el camí de sortida, amb espelmes també.

En algunes zones és costum posar petites fogueres, anomenades mukae bi (foc de benvinguda), a la porta de la casa per tal de guiar els esperits cap a elles. 




A la nit, del primer dia, es celebra el Bon Odori que és un alegre ball per festejar l’arribada dels esperits de la família. Les dones abillades amb el seu yukatas d’estiu dansen al so dels tambors taiko i els seus sons tradicionals. 



En els dies de l'Obon també hi matsuris a tot arreu, com ja hem parlat d’aquestes fires en altres entrades, no vaig a repetir-ho, només detallar que els nens s’ho passen d’allò més bé amb els jocs de carrer
i menjant les típiques bananes banyades de xocolata i caramel
 i els gelats de gel raspat kakigori 


La llum de les espelmes i de les fogueres serà el que conduirà als esperits, de tornada, al seu lloc de repòs fins al proper any. Hi ha diferents ritus depenent de la zona, en alguns llocs la família en l’ultima nit utilitza els seus llums chochin amb l’escut de la família pintat a elles, per acompanyar els avantpassats al cementiri de nou, a aquesta cerimònia se l’anomena Okuri bon. La Toro nagashi és la cerimònia de dipositar les llums surant en un riu, la tradició diu que els japonesos provenen del mar, així doncs els llums surant riu avall en direcció al mar és la manera d’enviar als esperits dels éssers estimats de nou a l’origen.




 En altres zones es fan volar les llumetes.



 A Kyoto es celebra el Go-zen no Okuri-bi, literalment foc de comiat a les cinc muntanyes, col·loquialment conegut com Daimonji. En cinc muntanyes de la ciutat s’encenen unes enormes fogueres dibuixant tres kanjis diferents i dos dibuixos. El kanji que significa "gran" és el primer a prendre i ho fa a les 20 hores, "doctrina" s’encén a les 20:10, a les 20:15 una foguera que dibuixa un vaixell com a símbol de comiat per al retorn de les animes, alhora es pren l’altre kanji que escrit de forma diferent però segueix significant "gran" i ja per últim a les 20:20 la foguera en forma de torii (porta d’un santuari). Durant mitja hora es podrà veure el foc de comiat. 







A l’entrada del Fujisan us vaig explicar que en aquests dies que es celebren el Obon molts japonesos decideixen fer l’ascensió a la seva muntanya sagrada, així mateix ho han de fer també els esperits dels seus avantpassats, per això en la nit de l’últim dia es poden observar en les cabanes que hi ha durant el camí, fanalets per indicar als esperits d’aquests avantpassats el camí cap al cim.